Sinceramente, nunca me imaginé
viviendo en otro país que no fuera Venezuela. Desde pequeña fantaseaba con la
idea de crecer, graduarme, trabajar y formar una familia en el país que me vio
nacer, pero bueno, aquí cae como anillo al dedo la frase “nunca digas nunca”.
Por muchos motivos Venezuela se encuentra muy lejos de ser aquel paraíso terrenal (imperfecto, pero mejor) en el que crecí, en el que de niños podíamos jugar en las calles y la angustia más grande de nuestras mamás era caernos y rasparnos con el asfalto, en la que no tenías que hacer un tour por todo el estado haciendo mercado porque no se encuentra todo en un solo sitio y rara vez consigues todo aunque vayas a todos los supermercados, y la lista sigue. Por lo tanto, mi familia y yo (así como muchísimos Venezolanos más) empezamos a considerar la idea de llevar nuestro apellido a su país de origen: España.
Por muchos motivos Venezuela se encuentra muy lejos de ser aquel paraíso terrenal (imperfecto, pero mejor) en el que crecí, en el que de niños podíamos jugar en las calles y la angustia más grande de nuestras mamás era caernos y rasparnos con el asfalto, en la que no tenías que hacer un tour por todo el estado haciendo mercado porque no se encuentra todo en un solo sitio y rara vez consigues todo aunque vayas a todos los supermercados, y la lista sigue. Por lo tanto, mi familia y yo (así como muchísimos Venezolanos más) empezamos a considerar la idea de llevar nuestro apellido a su país de origen: España.
Después de pensar mucho,
investigar, preguntar y escuchar testimonios de amigos nos decidimos. No fue
una decisión fácil y mucho menos lo fue llevar a cabo el plan. Trasnochos,
viajes de madrugada, colas en los ministerios, diligencias en el consulado, la búsqueda de los pasajes (que fue una odisea
tipo Nicolas Cage buscando el tesoro perdido –esto fue lo más estresante de
todo, en serio-), COLAS, COLAS y MAS COLAS, sumándole a eso la montaña rusa
emocional que una mudanza a otro país implica (se quedan tus amigos y parte de
tu familia, tu novio, te quieres llevar la casa completa en la maleta y asi).
Fue difícil más no imposible. Así comienza la aventura más grande de mi vida
acompañada de mis tíos, mis 2 primitas y mi hermana (SI, SOMOS 6! Jajajajaja).
Oh So Alba es esta ventanita en
la que les contaré como fue todo el proceso para llegar hasta aquí y como hace
una familia de 6 para adaptarse y vivir en Madrid. Así mismo mis posts estarán
llenos de tips y consejitos para aquellos que se van o están considerando, así
como nosotros, saltar el charco.